No conozco el motivo por el que por primera vez en 1 año y 8 meses tengo unas ganas de volver que a medida que se acerca la hora se va haciendo más un hecho que un deseo.
Volver, volver a los gritos con mi nombre, a la habitación escondida, a las comidas en su nombre, a las risas de familia, a la música con altavoces -en dos habitaciones distintas- y a verles... a mi madre, a mi hermano, a mi "Jay", a Doña Pepito Grillo y, cómo no, a saborear esos cafés que tengo un siglo sin pero que esperando por mí están... del Pico Colón, Amazónico, del Huila, de Tolima. Sí, me temo que a diferencia de otros amantes del café, me gusta bastante variedad... no voy a ponerme a explicar la diferencia entre cada uno, pero sí que aunque unos sean muy parecidos otros difieren bastante en aroma, acidez y cuerpo.
Algún día igual hago una entrada de cafés, más me vale con semejante título de blog, pero me temo que he tenido un buen tutor en este tema ya que mi señor padre trabajó de pequeño en una plantación y, de hecho, actualmente tiene su pequeña plantación de subsistencia que aprovechó en sus 2 "años sabáticos" en una finquita en la Sierra Nevada...
Bueno, que se empieza a notar que chocheo y tengo que ir terminando con mis maletas...
misión imposible, wish me luck...
4 comentarios:
Como cafeinómano empedernido espero con ansia tu post sobre los aromas que tanto nos embelesan.
Por cierto, hermosa música.
Bon voyage! E igual nos interesa mucho tu opinión sobre los cafés, ya sabes, para ofertarlos en mi negocio...
muchas gracias Fernando!
La canción iba para un amigo que el sábado nos dejó... no quería ser pájaro de mal agüero pero al final la vida es la vida y parte de ella es la muerte que nos llegará a todos...
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