Cómo constan lo sordas que viven las palabras en su mísera existencia sin poder ser escuchadas, pero ay... las pobres nacen, crecen y se desbordan sin poder evitar el grito que entorpece, omitiéndose entre impulsos de insondable melancolía de tu cuerpo, del aliento cálido de tu sonrisa, de la vigilia de tu voz en mis noches y este sentimiento entorpeciéndome el hambre, la cordura y el sentido del tiempo.
Pd. Hablando de Piazzolla...
3 comentarios:
Un amigo opina que Piazzolla es la cumbre del tango, nada que oponer a tan sabia definición.
Completamente de acuerdo!
Ay Piazzola!!!!
Y esos susurros en la oscuridad!!!!! :-)
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