Antes del atardecer

-Sabes? Ese libro que escribí en cierta manera fue como construir algo y así no olvidar los detalles del tiempo que pasamos juntos, como un recordatorio de que una vez de verdad nos encontramos, que esto fue real, que esto sucedió.


-Y, cómo puedes decir eso? Lo que quiero decir es que siempre me siento como un bicho raro porque nunca pude superar esto, como... "ya!", sabes? La gente sólo tiene una aventura o hasta relaciones completas, rompen y se olvidan; siguen en el mundo como si hubieran cambiado de cereales. Siento que nunca fui capaz de olvidar a nadie con quien he estado ya que cada persona tiene su cualidad específica, tú nunca puedes reemplazar a nadie. Lo que está perdido está perdido...
Cada relación, cuando acaba, realmente me afecta... nunca puedo recuperarme por completo por eso tengo mucho cuidado al involucrarme porque... lastima demasiado! Hasta cuando ya se hace tarde.
De hecho, no hago eso, perdería de la persona hasta lo más mundano, llego a obsesionarme con las cosas pequeñas. Puede que esté loca pero cuando era niña mi madre me dijo que llegaba tarde a la escuela y un día me siguió para saber por qué... estaba viendo cómo caían las avellanas de los árboles, rodando por la acera o a las hormigas cruzando el camino, la manera en la que una hoja pone su sombra en un tronco, cosas pequeñas.
Creo que pasa igual con las personas... veo esos pequeños detalles tan específicos unos a otros que me mueven, que extraño, y que siempre extrañaré... no puedes reemplazar a nadie ya que cada uno está hecho de esos preciosos pequeños detalles como el recuerdo del pequeño punto rojo de tu barba y cómo el sol lo hacía brillar esa mañana junto antes de que te fueras. Lo recuerdo y... lo extraño! Totalmente loca, no?