Otro descanso entre libros y libros -la vagueza es lo que tiene...- y de repente he sentido la necesidad de escribir algo.
Menudos días escojo para empezar a escribir...pero bueno, simplemente se necesitan poner las cosas que te pasan por la cabeza para dejar sitio a lo que tiene que entrar a partir de ahora.
Tardes de cafés, de charlas sobre filosofía y de la naturaleza del ser humano, algún que otro poema para buscar una segunda opinión...ya sabéis, esas cosas que se dan por hablar a la juventud de hoy en día.
Porque, a ver, los tíos son tontos pero hasta un punto... tienen un cierto sentido de la supervivencia.
Normalmente, si una tía les dice "NO" pues dicen "¡Adiós!"; pero hay excepciones para aquellos que están muy interesados.
Gran comentario de madame Grace que ha hecho alarde de su gran sabiduría (llamémosle sentido común porque a estas edades la sabiduría es un espejismo).
Entre charlas y más debates sobre ciertos asuntos existenciales y no existenciales, que imagino que ninguno de vosotros quiere oír... surgieron frases aún más interesantes pero me temo que no puedo escribir todas las conversaciones de una manera literal.
Pues sí, señoras y señores, somos dos polos opuestos porque unas piensan tanto y otros piensan poco pero en lo que estamos de acuerdo es como dice la canción que ahora mismo está sonando: "dulce magnetismo, dos cargas opuestas buscando lo mismo."
Aprovecho la ocasión para presentaros a un cantante que he estado escuchando bastante desde hace cierto tiempo, Jorge Drexler.
Quién diría que un médico-poeta-cantante-autor terminaría ganando un óscar por la banda sonora de Diarios de Motocicleta...pues sí, pero simplemente cierras los ojos y viajas a otro lugar.
Para ello por favor poned la canción que os pongo a continuación... es que, ¡es increíble!
No hay comentarios:
Publicar un comentario