domingo, 16 de mayo de 2010

Efectos de más atractivo, el porqué mejoran físicamente con pequeñas cosas

Esta entrada hace mucho que se la debo a madame Grace así que hoy se completará ya que otros días no eran sino otras cosas lo que nacían.

Hablemos de los efectos que hacen a un hombre o mujer más atractivos, esos que ayudan a esa persona a ganar muchísimo atractivo y que sientas hacia ellos una incontrolable atracción fatal.

Me concentraré en el de los hombres porque es el que estuvimos comentando el otro día.

Primero que todo el bien conocido, por How I met your Mother, "el efecto barra". Es cierto, una persona se ve mucho más atractiva desde el otro lado de la barra quizás por las posibilidades de que te invite, quizás porque se ve como algo superior en el bar.

Después pasemos al efecto instrumento. No me digáis que viendo a un chico con una guitarra, bajo o instrumento que te encante no gana puntos de atractivo... pues sí, ese es el efecto instrumento.

Ahora al efecto barba de tres días. Este es personal pero he de deciros que he conocido a muchas mujeres que opinan que también es una parte del atractivo de un hombre; imagen de un hombre expresa madurez y a la vez alguien con esa vena "aventurera".

El efecto libro en mano y sobre todo si son de tus favoritos. Ya desde la lejanía observas un libro y quieres saber qué título es; y no os digo la gran sorpresa que sientes cuando a parte de ser alguien que lea, signo de tener los pies en la tierra o en su defecto en la fantasía, es uno de tus libros favoritos.

El efecto cámara de fotos aporta a esa persona el ansia de conocer, de inmortalizar lo que el ojo ve, un afán de viajar, de conocer mundo porque una BUENA cámara reflex significa que es una cámara para siempre y que al tomárselo en serio la lleva consigo a todos esos posbles viajes que tanto podrían dar a inmortalizar.

El efecto gafas, eso sí, si le quedan bien. Esto como las barbas de tres días dependen si no desentonan en su cara pero sí, la intelectualidad, una persona con la que poder hablar de inquietudes y que esconde mucho tras esas gafas que esconden su mirada. El misterio y la imagen de intelecto son aquellos que le dan a la persona un aire muy atractivo sobre todo hoy en día que todo el mundo usa lentillas.

El efecto surfero. No me digáis que no os ponen esas pieles tostadas, esos cuerpos moldeados por las olas, ese aire de chicos malos y que a lo único que son fieles son a las olas. Hay algunos no son tan guapos e incluso mejorables físicamente pero el hecho de tener una tabla de surf...aporta mucho.

El efecto brazos y espalda fuertes. Dan seguridad y te dicen que a la hora de acostarte o de necesitar un abrazo tendrías unos brazos fuertes que te puedan abrazar; luego vale que incluso la persona no puede ser tan guapa pero sí que es un buen punto a favor.

El efecto lavia. Son esos chicos que "tienen algo", que no sabes qué tienen pero que te atraen... pero sabéis qué? tienen una buena forma de conversar y un atractivo especial.

El efecto gustos parecidos. Sólo os digo que tendríais ese compañero de viajes, lista de canciones favoritas mientras...ejem!, conversaciones que podrían durar horas, etc. Sobre todo si más que amigos sois algo más ya que hay una gran química y atracción mutua.

El efecto mirada interesante. Esto depende obviamente de lo que la mirada te inspire ya que en unos pueden parecer unos pesados o acosadores y en otro una persona con esa mirada que te pone los pelos de gallina. Tampoco es que ahora resulte ser un bizco que te mire fijamente...pero sí, una persona que tiene una mirada profunda lleva muchos puntos en su cartera.

El efecto, ¿ha ido al gimnasio? Surge cuando conoces a alguien y éste sean por las razones que sean está más delgado, tiene nuevo corte de pelo... y te preguntas qué será que sus brazos lucen más fuertes, su mirada más segura y ¿será que ha ido al gimnasio? Ves a esa persona con otros ojos después de incluso haberle dado calabazas.

El efecto juguete en el que cuando él iba detrás mía no le prestaba antención pero ahora que tiene a otra persona me gusta. Este es el típico del chico que siempre has tenido detrás como un fiel perrito dispuesto a hacer lo que tú propusieras, ayudarte en lo que "le insinuaras que te ayudara"... Y de repente, deja de hacerlo y te empieza a hablar de otra persona ya empiezas no a verlo como un amigo sino como algo más y te das cuenta que es demasiado tarde o por el contrario, se lo dices y cuando por fin la deja pierdes el interés en él.

Y ahora mismo no me vienen más así que esperemos a la segunda parte.

pd: si tienes a un chico que reúne uno o más en sí excepto el último (ya que eso es que más que te guste de verdad quieres es tener alguien que te suba el ego) ve a por él sin dudarlo. Excepto que sea un completo desconocido que también.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Comentario desde un punto de vista puramente masculino? Ufff... Las apariencias engañan. Todo lo que tiene que ver con el físico (el del gimnasio, el surfero,...) es verdad que entra dentro del hombre ideal. ¿Y qué me dices de los que llevan un libro o una camiseta? Lo más normal es que sienten y creen en lo que llevan, pero es muy posible que busquen plasmar una imagen que no tiene nada que ver con ellos.

Lo que no engaña, a parte del algodón, es lo que se lleva dentro. Donde más se aprende sobre uno es en la conversación, aunque para qué dar consejos, si seguro que ya lo tienes más que sabido.

Saludos!!