jueves, 20 de mayo de 2010

"Erotismo, pasión, amor, desesperación, condena, fuego, oscuridad..."

Creo que hace mucho que no pongo algo de Lorca en este lugar y menos aun de uno de los libros de poesía que más me han hecho sentir y por tanto otro de mis favoritos si no decir el más, pero creo que tengo demasiados en un pedestal.

Sonetos del amor oscuro, sinónimo de lo que todos sabemos ya que conocemos gran parte de la historia de Lorca pero de todas formas no se sabe exactamente a quién van dirigidos pero se pueden leer, se pueden sentir, se pueden recitar e incluso llorar y sonreír con ellos a la vez.

Erotismo, pasión, amor, desesperación, condena, fuego, oscuridad... esto reúnen los Sonetos del amor oscuro en todos y cada uno de ellos y es amigos míos lo que observaréis en uno de mis favoritos -aunque he de decir que todos me gustan.

NOCHE DEL AMOR INSOMNE - Gustavo Adolfo Bécquer

Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena

Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena.

La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.

Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.


En estos días he estado pensando mucho en las pasiones humanas y qué mejor maestro que la relectura, o lectura por primera vez en algunos casos, de Shakespeare.

Empecé y terminé ayer con Romeo y Julieta, entre hoy y mañana proseguiré con Otelo, y a ver si antes de fin de semana sigo con Macbeth.

Sí, los celos, la envidia, amor, orgullo, pasión, muerte...en pocas palabras, esas cosas que nos hacen humanos y que son lo que nos hace ser seres que sienten con tanta intensidad pero a la vez son nuestras mayores condenas que pueden llevarnos a la perdición en el momento en que se conviertan en una obsesión.

Es nuestra condición de seres humanos, está en nuestra naturaleza, escrito en nosotros desde que nacemos hasta que morimos pero el aprender a controlarlos es lo mejor que se puede hacer para llevar una vida equilibrada.

De todas formas lo equilibrado, calculado y perfeccionista no es lo más interesante sino el perder la cabeza por un momento, estar en el límite de la cordura y la locura que tanto miedo da cuando llegas no a ese límite sino a medio acercarte a él.

¿Cuál es el riesgo de la búsqueda de esa inspiración por encima de todo? El caer en ese limbo, en ese estado donde ves cosas que nadie ve, donde deliras porque tu mente traiciona a tu propia realidad, donde te planteas llevar a cabo aunque sea sólo estar a punto de algo de lo que podrías arrepentirte sin medios para volver atrás...

1 comentario:

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Andsha:
Es muy interesante este tema. Sabes, yo creo que los seres humanos estamos en un escalón por encima de los animales, y estos, a su vez, un escalón por encima de las plantas.
Lo que nos hace superiores, o más evolucionados que los animales, es que tenemos un mayor desarrollo de nuestro vehículo mental, de nuestra conciencia.
Sin embargo, aún no somos demasiado evolucionados mentalmente. De hecho, somos más emocionales que racionales.
Por eso es que te intrigan y atraen todo ese revuelto de sentimientos. Dices que es más interesante ponerse al límite, tocar casi el abismo, antes que controlar esas emociones desbocadas.
Sabes, cuando uno educa su vehículo emocional, Cuando uno deja de vivir en el río revuelto de la emocionalidad y es capaz de empezar a percibir con todo su explendor el universo mental, entonces es que uno se hace capaz de amar, pero de amar de verdad.
El ser humano cree que ama, pero la realidad es que amamos de una manera muy poco satisfactoria. Tenemos demasiados miedos y creemos y damos por real, la idea de la separatividad. Es decir, creemos realmente que somos diferentes del otro. No hemos acabado de asimilar que tú y cualquier otra cosa, son una misma cosa.
Decía el maestro Krishnamurti, que mientras no entendiéramos la idea de la UNIDAD, no habría amor posible en la tierra.
Entender que todos somos UNO, facilita infinitamente la labor de amar al prójimo.
Hoy por hoy, amamos a una sola persona, o si acaso, amamos a nuestra familia más cercana. Un día llegará en que del mismo modo en que amamos a nuestra pareja, amaremos a toda la humanidad. Vamos camino de eso.
Y bueno, el punto de partida es salirse del rio revuelto de las emociones. No conviene vivir arrastrados por ellas.
La gente se piensa que amar desde la mente no es amar, pero eso es porque no lo han experimentado. A eso se llega por evolución del ser.
El universo emocional se mueve como un péndulo. Oscila de un extremo a otro. Pasa siempre de la depresión a la euforia, pero no se está quieto nunca.
Por eso es que un día nos sentimos alegres, y al día siguiente, tristes, sin que nada haya cambiado en nuestras vidas.
Cuando uno es capaz de controlar su vehículo emocional, cae en un estado de alegría constante, sobre todo porque comprende el mundo que le rodea. Cuando la mente se ilumina, el miedo se acaba, se acaba la idea de la muerte, etc. Y claro, esto es más interesante que eso que hablas tú de ponerse al borde de la locura, al borde del abismo del abismo de las emociones. Besitos.
Tadeo
Por cierto, el soneto me encantó