sábado, 2 de julio de 2011

Anoche sorbí de tu botella
el dolor de la ineptitud

de mi parte inerme...


...anoche vomité
lágrimas de cristal
por cada uno de los acordes
de este desazón que cuece.



...cada una de las esperanzas
de un quizás
desvanecidas.


Y mientras, inhalo
en cada cigarro
la ponzoña del recuerdo
que una vez fui...
pero ganó la batalla el miedo.

Se van derrumbando edificios, cayendo piedra a piedra con la piedad harta, ya a cuestas... es hora de despertar, de volver a la realidad, de enfrentar aunque agachada tenga la cabeza.
Hay que ser consciente que se recoge lo que se siembra y a este vacío andante le toca la hora de la cosecha...

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