jueves, 7 de julio de 2011

"Ataque de repentina nostalgia"


Desempolvando fotos tras un ataque de repentina nostalgia, me he encontrado con esas personas de las que te suena su cara pero has olvidado su historia...

De algunas de ellas he desentrañado su relación en esos eventos y de muchas, gracias memoria que funcionas intermitentemente, he podido averiguar -no su nombre, no he sido muy buena para los nombres- pero sí cuándo, cómo, de dónde y qué vínculo tenían en ese instante de mi vida o de la vida de los que me rodeaban.

Asimismo, pensé en lo natural que te sale una sonrisa cuando eres bebé pero que conforme pasan los años va siendo más forzado, por cumplir...

Hoy en día, ya hago caso omiso a cierta persona y a su indirecta, más que eso, muy directa "siempre sales seria o haciendo el tonto en las fotos" pero quizás es que es mucho más fácil -cuando una sonrisa fingida se te da tan mal- salir haciendo el "memo loco" que salir con los mismos labios cerrados y expresión impávida o medio sonrisa con los labios cerrados de siempre  (esta última se me da mejor... así nadie te pregunta el porqué de tu seriedad), aunque, entre nosotros, también hacer el "memo loco" me encanta por la sonrisa de la gente al verla; es algo que me llena, como si su júbilo junto a la mirada "esta chica está como una regadera" fuese contagiosa y se propagara por mi sangre.

Por qué será que año tras año cuesta más? Vergüenza, quizás o que ir creciendo va dotando a tu ser de menos energía para hacerlo?

Algo que me ha sorprendido es que eso ha pasado en mi caso pero también en el de mi hermano será porque somos muy parecidos pero, ¿pasará en todas o en la gran mayoría de las personas lo mismo?

Lo que he podido observar es que de bebés lloramos cuando queremos llorar, reímos cuando queremos reír y lo sentimos pero a su vez los considero seres que se vuelven calculadores al darse cuenta del poder que tienen...

Lo que nos diferencia a los que ya hemos crecido un trechito y a los bebés -pongo de ejemplo a mi hermano y yo- es que hay ciertos pudores, ciertas concepciones del mundo de los adultos que limita tus impulsos como por ejemplo "no hables tan alto", "no llores", "no te rías", "no hagas esto", "no hagas esto otro", "no es el momento"... porque aunque uno tenga que saber conportarse respecto qué situaciones, los niños siempre tienen excusa porque son niños viviendo su libertad, esa etapa que la gran mayoría de nosotros recordamos, con cierta nostalgia en la mirada; esos tiempos ya pasados donde podías SER sin miedo a nada, sin esas responsabilidades y directrices de conducta que año tras año se te van acumulando en la espalda como esos nudos de estrés que provocan esa incipiente ligera curva en tu columna que a medida que vamos creciendo forma la joroba de tu vejez, o si no es la joroba, esos problemas de lomo de los que nos quejaremos en un futuro no tan lejano como el que creemos.

Ahora, mientras estaba corrigiendo ciertas  expresiones sin sentido producto de la inspiración momentanea, viene a mi cabeza Nietzsche y sus tres transformaciones del espíritu de Así habló Zaratustra sobre el camello, el león y el niño (para más información búsquenlo en Google).

Será cierto que deberíamos ser niño, deberíamos ser ese ser impregnado en la inocencia del devenir, que inventa, que toma la vida como juego?

“Mas ahora decidme, hermanos míos: ¿qué es capaz de hacer el niño, que ni siquiera el león haya podido hacer? ¿Para qué, pues habría de convertirse en niño el león carnicero? Sí, hermanos míos, para el juego divino del crear se necesita un santo decir “sí”: el espíritu lucha ahora por su voluntad propia, el que se retiró del mundo conquista ahora su mundo.”

4 comentarios:

Fernando dijo...

Echale la culpa a la socialización (algunos son más expertos que otros), todo ese proceso a través del cual aprendemos a guardar las apariencias, aprendemos a fingir y a enmascarar nuestras emociones y sentimientos y en su lugar expresamos todo aquello que es políticamente adecuado y apropiado de acuerdo a los cánones no escritos de las relaciones interpersonales.

Bienvenidos todos al juego turbio de la decepción y la duplicidad. Para que nos vaya bien en la vida hay que hacerse expertos en él...

Good Luck!

Unknown dijo...

Eso me temo, Fernando, eso me temo... lo queramos o no vivimos de lo que piensan de nosotros pero, hasta dónde encerramos lo que sentimos?

Sé por historias de algunas personas de mi círculo que en países como Tailandia está mal visto llorar o expresar enfado... es verdaderamente traumático pensar que en funerales o entierros la gente tenga que forzarse a sonreír.

Y también pongo de ejemplo los países latinos... llenos de gente apasionada e intuitiva donde si alguien por encima tuya, en la jerarquía de la casa, dice "esto es verde" cuando es rojo, es verde y ni se te ocurra contradecir porque es una falta de respeto... al igual que el trato a la mujer, donde me da cierto resquemor ver que su opinión no cuenta tanto como la de un hombre de la casa (afortunadamente en mi día a día no es el caso).

Sí, me he ido por la tangente... como siempre... pero por desgracia es así aunque a su vez me pregunto, qué es respeto y qué no lo es?

Siempre son un placer sus comentarios. También me encanta su foto ^^, déjeme decirle. (espero que no tomes mal el usted, es una mera fórmula de respeto ante todo porque su comentario se lo merece) XD

Un saludo!

Fernando dijo...

Gracias Andsha! Me gusta el USTED y el TU intercambiables dependiendo de la ocasión. Goza de toda mi aceptación y es usual con gente a quienes le tengo mucha confianza. Sirve muy bien para acentuar lo que se dice de acuerdo a las circunstancias, las situaciones.

No veo que te hayas ido por la tangente. Haz hecho blanco en el diámetro y meollo de lo que se trata en definitiva el post.

Lo que hay que aprender es que todo es un juego. No tiene nada que ver con lo que realmente sentimos. Eso nunca puede ser desautorizado ni descalificado y es algo que nos ayuda a cuestionar y diferenciar la ficción de la realidad.

Unknown dijo...

Yo ese trato uso cuando alguien o alguna situación me impone respeto por lo que en muchas ocasiones también lleva al nerviosismo, como un trato a los mayores en mi casa y, bueno, también con cierto tono de humor cuando lo requiere (pero un humor diferente por supuesto... hay gente a la que no le gusta porque dicen no ser "viejos" (así que por eso mismo yo voy preguntando ^^).

Estoy completamente de acuerdo con su comentario... pero por sendas partes tenemos a las personas que se olvidan conforme crecen, su naturalidad prima o, por el otro lado, que sólo viven de ella olvidándose que no sólo somos individuos "únicos e irrepetibles" -siempre me encuentro con esa frase en los libros de antropología...- sino que también somos seres que viven en una sociedad (hasta ahora antropología básica), lo que pasa es que en el centro está el equilibrio por tanto la felicidad(gracias señor Aristóteles por la aclaración, seguimos con lo básico -no hay que perderlo de vista tampoco)aunque ya aquí podría irme a ciertas posturas de otros señores pero ya eso tiene más que ver con mi limitada ignorancia sobre este temita y, si se apura, con política (cosa en la que prefiero ser apolítica pero teórica en mis ratos libres).

Lee, discurre, forma tu opinión y con un círculo íntimo más vino opinas cuando puedes y desees hacerlo... :P

En eso es en lo que creo además del deber de todos darle caza a la injusticia, por muy reticente que sea uno en estos temas.