La verdad es que puede ser una niña, pero le toca mucho por vivir -ese fue tu error-, pero conforme pasa el tiempo, esa misma que antes era sin miedo se dio cuenta de que hay cosas que es mejor ocultar porque el tiempo mismo te enseña que conforme te muestras más vulnerable eres... puede que el error prosigue cuando ves todo como en El arte de la guerra y una frase, que dice "cualquiera que tenga forma puede ser definido, y cualquiera que pueda ser definido puede ser vencido".
Pero precisamente por el hecho de que una niña de seis años por sus frases haga que sepa más de los actos y las consecuencias que una maraña de niños en cuerpo de hombres y con las debilidades/libertades de los mismos junto a un cerebro de primate de necesidades básicas te sorprenda con ciertas cosas que ni a ti mismo, uno de ellos pero con algo de cabeza (aunque la otra opción es la más fácil y la más placentera), te demuestre algo no quiere decir que no sea una niña...

Te lo dije la última vez que hablamos, no sé si producto del vino que junto a cierta calidez de antaño que desde hace poco menos de diez años no notabas y de la que estabas muy feliz por no ser la frialdad e indiferencia que me nacía, o tus palabras de "siempre has demostrado ser una mujer con la cabeza bien puesta desde niña" y mi aclaración -la anterior- que te hizo pensar demasiado... pero coincidimos en que tu planteamiento fue el inadecuado y tu pasotismo también -de este último no te dije nada porque prefiero tenerte delante para soltártelo.
De ahí nace el orgullo, el miedo a mostrarte pero el gran error de esconderte porque ni la vida es una guerra ni todas las personas son las mismas...porque tampoco es sano vivir con esto reconcomiendo dentro, esa es otra cosa que me ha hecho reconsiderar la idea de volver, porque no tenía ni pensado el hacerlo por lo insoportable del que se soltaran palabras fáciles de decir pero que no se han demostrado, pero ahora que he probado algo parecido creo que sí lo sientes pero de todo se aprende y puede que esa idea de tener algo tuyo sea lo que más odie de mí junto a ciertas cosas que han nacido también de cada una de las cosas de las que era consciente y por eso mismo me dolía... como el cuadro de Les amants no sabía qué era mejor si degustar la agria realidad o seguir viviendo con la venda puesta, decidí lo primero e hizo que me cerrara no sólo a ti sino a los demás, pero mejor ahora que nunca darse cuenta que ni la vida es una guerra ni todas las personas son las mismas, como antes escribí, es algo que afortunadamente hace reversible lo que antes consideraba reversible y arroja una cálida luz que no tú sino que otra persona alumbró lo que hasta ahora era oscuridad... porque sí, TÚ, aunque sé que hay pocas probabilidades de que vayas a leer esto, has iluminado más de lo que te crees pero por lo visto este verano fatal, lleno de metidas de pata y de probar el amargo sabor del fondo ha ayudado muchísimo (de ahí se dota de más fuerza a que de los errores se aprende y de los que más impactan mejor).
Os voy a contar una historia real... mi hermano tiene un amigo, persona non grata para los demás niños porque era un matón que pegaba y se aprovechaba de los otros niños, hiperactivo pero que al conocerlo te dabas cuenta que era un caballero pero que no dejaba de comportarse como ese niño que plantaba el miedo en el jardín de su recreo pero un día en uno de sus ataques de ira empujó a un niño también grande pero tranquilo y el golpe tuvo la mala fortuna de que la boca de ese niño al que empujó terminó en la silla y derrochando muchísima sangre, tanta que estuvo una semana sin ir al colegio porque le tuvieron que dar muchos puntos en la boca. Mi propio hermano le dijo "no te das cuenta de lo que haces? Mira a lo que han llevado tus continuos ataques tontos" -me consta que El pequeño saltamontes ha dejado muchas veces de ser su amigo por eso, pero aun muchos llamándole "tonto" o quitándole su amistad para que se alejara de su amigo conflictivo, seguía siendo su amigo y dándole otra oportunidad- pero no fue hasta entonces, hasta que se dio cuenta del daño que podía hacer su fuerza hasta que no se dió cuenta del mal que hacía.
Desde entonces ese niño está más centrado, se lo piensa antes de empujar a alguien y creedme que ya es ese caballero que precisamente porque sé manejar a los niños era conmigo... muchos decían "menuda desgracia" pero ahora el niño que resultó herido ya se ha recuperado y no fue una desgracia porque, qué hubiera sido de ese niño si hubiese seguido así y no hubiera pasado esto tan fuerte? En qué se habría convertido? Afortunadamente, si todo sigue así, su pasado será la sombra de una infancia terrible... de esos niños con buena cabeza que fueron "tremendos" de pequeños y que se lo recuerdan para que él mismo se dé cuenta de lo que ha cambiado (perdonad, siempre me voy por la tangente...)
Pero estoy enferma por dentro por ahogar demasiadas cosas pero necesito enfrentarlo desde dentro... y no voy para eso solamente sino voy por ellos... por los que no tienen la culpa de nada pero que indirectamente han sufrido mi indiferencia sin merecerlo y es lo que más me duele, no conocerlos por un rencor que me envenena el alma pero que pienso remediar ahora que tengo tiempo, porque nunca nada es irreversible...
Lo peor es que sé que ahora te preocupas en el fondo por tu consciencia acribillándote el seso o por el qué dirán, porque igualmente sigues sin aportar nada a esa que tanto ha sacrificado por tu estupidez, a la que no has ni ayudado a cargar ese equipaje tan pesado que es una persona creciendo... pero precisamente porque ese equipaje está creciendo ha decidido dejar dicho todo lo que no ha dicho y que le duele tanto escribir, tanto que apenas toca el tema y que tampoco ve sano encerrar en una caja fuerte y hablar como si no sucediera nada, precisamente por todo eso y por otras tantas cosas volveré... por ti, por mí y por los pequeños.
Pd. Aunque me guste mucho El arte de la guerra de Maquiavelo y más el autor, al que me refiero aquí es el de Sun Tzu, que leí a partir de leer el de Maquiavelo antes que habla más desde la perspectiva de un príncipe que ha de conservar el poder (por eso le llaman El Príncipe); en cambio el segundo, Sun Tzu es el del rey y a mi parecer menos desalmado que el de Maquiavelo aun siendo Sun Tzu un mercenario y Maquiavelo un ministro pero igualmente hay que pensar en cómo son los autores ya que Maquiavelo es más frío y calculador pero Sun Tzu aunque también en partes de su libro insiste en algo de engaño para ganar una guerra, creo que ha considerado más la necesidad de un ejército en tener un líder en armonía consigo mismo y con sus enemigos... en fin, dejo los post-datas que me vuelvo a ir por la tangente y empiezo a palabrear de opiniones personales sobre sendos libros haciendo esta entrada aún más larga así que paro ahora que soy consciente.
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