miércoles, 13 de julio de 2011

Gracias a la repentina visita de una compañera de universidad, que no es una de mis más íntimas amigas, y su novio, hasta ahora un desconocido, estos dos días han sido un capítulo extra en lo que hasta ahora era una "cierta rutina vacacional" superada por artículos, búsqueda de trabajo en una ciudad fantasma en julio pero que poco a poco se va amenizando por la gente que vas conociendo en esa ruta solitaria por cafeterías que antes ibas al visitar la ciudad y de las que salen eventos de su jugo de interés, ayudar a la matriarca y demás tareas familiares...

Así que sí, algo nuevo e inesperado para el cuerpo, tanto que se ha sacado jugo de una ciudad desierta en julio sin contar que no era ni fin de semana con lugares de toda la vida que desconocía pero a los que 1,60 la copa de Montesierra crianza de 2006 (nada mejor que uno de la tierra) junto a 1,50 la tapa.

Asimismo, una visita a las playas, una ruta por los locales favoritos de la presente por la noche (Rock & Blues, Café Cinema... obvios) y llegada a casa algo piripi a la mañana, donde obviamente pasaron la noche mejor que en el "hotel" andante en el que hasta ahora en su roadtrip de última hora pasaron la noche, fueron los ingredientes exactos para un jugoso día sin contar hoy a la mañana que visitamos Plaza, el centro comercial más grande de la Comunidad Autónoma de Aragón.

Pero aquí no queda la cosa... porque no sólo es la visita sorpresa sino porque la presente, poco adicta a las compras -a excepción de fnac y cierta galería en la que ya llevo 4 cuadros comprados pero en la que he visto una representación de cierta pintora, que no nombraré para que no me lo quiten, del que me he quedado a enamorado pero que la cuantiosa cantidad le ha echado para atrás- ha conseguido por 9,50€ un sombrero, un gorro para invierno negro, unas gafas que poder usar y tirar en un festival baratísimo (en el que por 20 euros tengo ida y vuelta junto a una tarde de voley, competición de perritos calientes, barbacoa y barra libre de cerveza y vino... si hay más interesados que se comuniquen con la presente) al que soy asidua en el remoto pueblo de Monzón, del que ya he escrito y una especie de poncho veraniego.

Me encontraba en un ataque mezcla de "qué me cuentas" y "si lo hubiese sabido hubiese probado antes..." ante la remota idea de que pudiese ser adicta a Primark cuando saliendo del mismo me habla una chica preguntándome si me importaba que probaran una plancha en mi pelo de forma gratuita ante lo que mi mirada de sálvame a mi compañera y a su novio concluyó con un tímido "vale, pero tengo el pelo enredadísimo", cosa que no le importó.

Después de despotricar cada uno de los rumores del centro comercial, de lo bueno que estaba el de los gofres pero que era gay y estaba ligando con el de información, también gay pero con pareja... me empieza a hablar de su compañera -cuando empezó a coger confianza por lo que la escuchaba y le respondía con exclamaciones o "no me digas?" ante cosas que ni me van ni me viene- con el calificativo "la chuchumeca esa"... (chuchumeca para quienes lo lo sepan es un despectivo del estilo "sudaca"). Cuando terminó me empezó a preguntar si era yo de San Sebastián, porque mi compañera le habló de sus trabajos allí, o de Zaragoza ante lo que mi respuesta fue "estudio en San Sebastián pero vivo en Zaragoza" a continuación dijo "ah, entonces naciste aquí!" y dije "no, soy de Colombia"...

A su cara de espanto le siguió un "ah, pues no lo pareces... no tienes acento ni pintas de serlo... ehm, ¡hey, te echo este producto para que se te mantengan los rizos que te han quedado muy monos, has visto?"

Moraleja: antes de llamar a alguien de América del Sur "chuchumeco" o derivantes date cuenta que no todos los "chuchumecos" o derivantes somos iguales ni vamos en taparrabos... además de no hablar cuando no sabes si conocen a algunos de los que trabajen allí, que no es el caso, o a su propia compañera "chuchumeca" ladrona (que no quite que lo sea ni quite que me haya hecho gracia su cara ante una cosa que, honestamente, ni me va ni me viene como es llamarnos "sudacas" o "chuchumecos").


En sí no iba a hablar de esto pero las imágenes y el vídeo que había preparado parece ser que no puede leerse... era de la especie: hombres que se sientan en los cómodos sillones de fuera para esperar a sus mujeres mientras compran con cara de huérfanos y un vídeo de muñecos que dan miedo porque al moverse hace ruido la falta de aceite en los engranajes y que algún día, mientras durmamos... conquistarán el mundo y someterán a la humanidad.

pd: cabe decir que las imágenes no son de la presente pero me gustan y simplemente le ha dado por ahí a la presente.
pd2: hoy toca hablarle de Rush al "pequeño saltamontes" así que vamos a honrar el día con...


me gustaría poner toda la canción pero... se necesita tiempecito para oír los "pocos" minutos que dura... (risa maligna mwahahaha!)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anda que hay que ser desaprensivo para llamar a alguien "chuchumeco", desconocía el apelativo.

Unknown dijo...

yo hasta hace unos años... al principio era como "chuchume?" y recordé la primera vez que lo oí de la boca de otro del estilo