lunes, 9 de abril de 2012

Cosas que nunca te dije

Ah, qué difícil...! pero me parece que aún es más difícil quedármelo para mí sola. Supongo que por eso lo hago...
Tú siempre me preguntabas en qué momento había empezado a quererte. Empecé a quererte exactamente cuando llamaste para decir que me dejabas; de hecho, fue en ese precioso momento cuando olvidé el amor que sentía antes, me olvidé de la ternura y... del sexo, de tu lengua. Me di cuenta de que lo que había sentido antes no es más que el simple reflejo de lo que es el amor; descubrí, que no te había querido nunca. De repente, pensé en aquella tortura que practicaban en Francia, sabes qué hacían? Ataban las extremidades de una persona a cuatro caballos y los azuzaban en direcciones diferentes. Pues así es como me sentí. Así es como me siento. Ahora ya sé, lo que es amar. Te amo con esa clase de amor con el que había rezado por sentir cuando era una adolescente y que, ahora, rezo por no volver a sentir nunca más, no lo sé... sólo quiero que sepas cómo me siento... y no te creas que lo que busco es volver a intentarlo, no... sólo quiero que sepas cómo me siento. No quiero que tú sigas con tu vida sin saber cómo me siento, no lo soporto.

Cosas que nunca te dije





4 comentarios:

Saraiba dijo...

Que bonito! Es curioso que ha veces nos damos cuenta de lo mucho que significa la otra persona cuando la perdemos. Espero que tengas suerte y encuentres el valor necesario para decirle ESAS COSAS QUE NUNCA LE DIJISTE.

un abrazo!

Unknown dijo...

Bueno... eso tiene esta película, relata este sentimiento de una manera tan real que asusta y no te niego que asusta también lo fácil que es identificarse con los personajes.
Las cosas que no han sido dichas que se queden ahí, por algo no salieron... sorprende que el silencio pueda esconder lo más importante. Un abrazo a ti también Saraiba, espero que hayas disfrutado de las vacaciones!

Unknown dijo...

es precioso y puedo entenderlo, pero no sentirlo. Aún :/

Unknown dijo...

Al menos no dices nunca, eso suele retrasarlo más... jajaja! No se siente hasta que una ecatombe te mueve todo y ahí, Señorita Demakrada, ahí es cuando se ponen a prueba tus rodillas...