miércoles, 21 de abril de 2010

"Out where the dreams are high"





Comienza con un leve cosquilleo en el estómago, algo te dice que está llegando a tu cabeza repleta de una lluvia incontrolable de palabras, de ritmo, de sentimientos...

Tanta pasión, euforia... estás en el cénit de las ideas, en el lugar donde no puedes parar de pensar, en el que no puedes parar de sentir todo eso que tienes guardado.

Tu corazón tiene un pálpito incontrolable, la piel se te pone de gallina empezando desde el corazón y propagándose alrededor de todo tu cuerpo en forma de escalofrío, el escalofrío de las palabras, de ese lugar de tu cuerpo que siente con tanta intensidad que no puede guardarla para sí y tiene que, necesita, expulsarlo en un cúmulo de versos y rimas con las que tienes la gran lucha de intentar plasmar todo eso que sientes en esto, en algo escrito, comprensible...

Porque el lenguaje de los sentimientos no tiene una muy buena traducción en lo coherente... porque lo que se siente no se podrá expresar ni la mitad...porque cuando llega ese momento en el que intentas poner de acuerdo tus sentimientos desconoces cómo vas a terminar...

Porque el escribir sólo expulsando lo que sientes para que no te salga por los poros, para que no te salga por la mirada es complicado... ya que es un terreno del que puedes conocer cómo empezar pero no cómo terminar.

Puede que lo mejor sea guardar en tu memoria lo que sientes para luego plasmarlo en un poema y luego darle forma, ritmo... todo eso que haga que las demás personas puedan comprenderlo a la perfección, pero que al fin y al cabo no es ese arrítmico poema que sale de tu adentro, sin sentido pero que tanto dice... al menos Bécquer optó por eso ya que tenía una memoria envidiable, una memoria que guardaba exactamente cómo se sentía en un determinado momento y ya cuando pasara la tormenta, empezar con la ardua tarea de hacerlo entendible.

Qué sería de nosotros sin la poesía, sin ese trozo de papel, esa hoja digital de word en la que plasmar hasta el último atisbo de lo que sentimos?

De todas formas por muchas palabras que hayan, por mucho que tengas un lenguaje, una expresión, un gesto con los que expresar todo lo que sientes -éstos se pueden controlar sacando todo en el momento de estar en cuatro paredes con un papel enfrente- no puedes evitar emitir todo desde el espejo de tu alma, desde tu mirada que guarda en sí toda esa adrenalina, todo ese sentimiento puro que quema con sólo existir.

Y eso, amigos míos, es lo que este cuadro quiere decir: los ojos son el espejo del alma y éstos no engañan por mucho que puedas controlar tu mirada, en ellos tienes todo lo que necesitas saber; por supuesto, si sabes sentir las vibraciones que te mandan...

Ese sentimiento puro se condensa en cierta medida en una forma de expresión, para mí poesía, para otros música, baile, deporte... pero la pasión que sientes, eso que necesitas, que tienes que desasirte puede salir al exterior en forma de pasión, en forma de palabra, en forma de expresión, en una mirada...

No hay comentarios: