lunes, 8 de agosto de 2011



No era la primera vez que la veo... siempre en la misma silla. Siempre en el mismo asiento como si con una visión directa a una imagen de Mercury encontrase lo que gritan sus propios ojos en estos días terribles.

¿Qué pensará? Siempre sentada con su mirada perdida, su caña insaciable y la cara cubierta de unas arrugas producto de lo que en un tiempo que, a mi parecer, debió de ser hermoso.

¿Cuál es su historia? La verdad es que no lo sé... igual se esconde en su voz ronca del tabaco o en su penetrante aroma en flores tan intensas que al entrar anuncian su llegada pero lo que sé es que para mí es y será la mujer de mirada perdida en el abismo de una imagen de Mercury y una caña vacía.

2 comentarios:

Sirgatopardo dijo...

Siento auténtica debilidad por Silvio Rodriguez, palabras mayores.

Unknown dijo...

He de decirte que... yo también. Llevaba tiempo... te hablo de meses pero es como la droga, empiezas y vuelves a recaer...